Los valles

Pasiegos

En el Sudeste de la provincia de la Cantabria profunda, se encuentra un territorio de montañas abruptas y bravas, y de valles agrestes y silenciosos. Son los Valles Pasiegos. San Roque de Riomiera, San Pedro del Romeral y Vega de Pas, estos conforman las 3 villas Pasiegas con sus correspondientes ríos Miera, Pisueña y Pas.

Desde el siglo XVI, que llegaron sus primeros moradores, los Pasiegos se han dedicado a la ganadería y al pastoreo de vacas de leche. Con una identidad propia, una forma de vida y unas costumbres y tradiciones muy particulares, los Pasiegos mantienen estos valles en la actualidad como lo hicieron sus antepasados.

El proyecto del Asador Pasiego nace de la ilusión de haber habitado y disfrutado de estos valles, sobre todo de su cocina, le estaremos eternamente agradecido.

Vaca

y buey

La calidad de una buena carne está marcada por muchos factores. La raza del animal, el sexo, y sobre todo su bienestar. En los Valles Pasiegos nuestros animales viven en libertad durante toda su vida. De estos prados de los valles del Pas salen nuestras chuletas, entrecottes y solomillos Se alimentan de pastos, forrajes y piensos naturales naturales durante toda sus vida. La raza que predomina y mas nos gusta por su terneza y sabor es la raza Frisona. La de leche de toda la vida.

Vaca; animal bovino hembra de cualquier raza de mas de 4 años de dedad.
Toro; animal bovino macho de cualquier raza de mas de 4 años de edad.
Buey; animal bovino macho “castrado” de cualquier raza de mas de 4 años de edad.

Nuestras piezas de carne son de vacas y Bueyes de mas de 6/7 años de edad. Con 30 dias de maduración para concentrar sabores y dar terneza a la carne, una buena brasa de carbón de encina y el buen hacer del parrillero, conseguimos trasladar parte de nuestros valles al plato del comensal.

Origen

Cocina y ganadería

La pasión por la cocina, estar enamorado de los Valles Pasiegos y la devoción por su ganadería, llevaron a María y Ramón a abrir en al año 2012 el Asador Pasiego.
Con ganadería propia en Vega de Pas, vuelve al legado familiar la cría de ganado que en tiempos ejercieron sus antepasados.
Nuestros bueyes habitan en los prados verdes del valle, donde están expuestos a la pura naturaleza, haciendo frente a los fríos inviernos y calurosos veranos. La robustez de los bueyes en esta zona aporta una calidad a la carne extraordinaria que no se alcanzaría con una vida sedentaria.